Hoy en día he visto muchas personas tan heridas, heridas causadas por actitudes, pensamientos, hechos, etc., de aquellos a los cuales pusieron su confianza. Al verlos miro su dolor, miro su decepción, asta su agonía.
Están tan a la defensiva, están cansados de la mentira, cansados de la hipocresía, asta de aquellos que han jurado delante de Dios su honestidad, que en un altar han confesado ser leales y no lo son.
Talvez la confusión ha invadido su pensar, talvez el optimismo a dejado de ser el mismo, pero un destellante rayo he visto en su mirada y he podido ver en lo profundo de su ser una esperanza, una llama encendida dentro de ellos que a pesar de todo lo ocurrido no ha dejado de iluminar, se que es esa fuerza que Dios ha puesto dentro de ellos que los caracteriza, fuerza que talvez este adormecida, pero se que despertara totalmente y será por esta misma que aquella persona no será la misma sino mas bien será mejor aun, porque han sido llamados con un propósito, propósito que nada ni nadie destruirá.
Para ti que estas en esta situación, que talvez estés pasando por este tramo amargo, con mucho cariño y el gran deseo de que brille nuevamente la luz que hay en ti.
Recuerda que El que comenzó la buena obra en ti, la perfeccionara hasta el fin. Y que todo lo sucedido es con el plan de que crezcamos.
Filipenses 1:6
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