UN PROCESO MUY DURO
Vaya después de un proceso muy duro, después de pasar por un tramo amargo, doloroso, el cuál hizo que mi corazón se quebrara en pedazos, que mi mente se convirtiera en un caos, y en todo mi ser una crisis reinara. En días tan oscuros y noches tan extremas me encontré con mi gran pulidor, todo parecía tan inalcanzable, inalcanzable la paz, inalcanzable la alegría, inalcanzable aquel equilibrio en mi ser, equilibrio que trajera descanso a mi alma. Pero ahí estaba, era el momento, la hora, el segundo perfecto para entender la razón de las cosas, la respuesta a la gran pregunta:
¿Porqué a mí?
Talvez la estima hacia mi misma era muy grande que creía que yo no debí pasar por ese tramo, o tal vez la vida realmente fue muy injusta conmigo (pensamientos que por mi mente pasaban), lo que si entendí es que no tenemos control de las situaciones cotidianas en nuestro caminar y que lo que pensamos de nuestra vida no es lo que debe ser. Que hay alguien más grande con mente y perspectiva más amplia que la nuestra, con pensamientos tan perfectos, que en una idea encierra toda nuestra vida.
Pero a nosotros nos parece tan incomodo y tan devasto a la vez que no encontramos la razón ni el porque, hasta que lo es revelado a nuestro entendimiento. Pero que increíble, son tan grandes las aberraciones en las cuáles nos encerramos que creamos y creamos piedras de tropiezo cada vez más grandes en nuestro camino.
Sin saber que lo mejor estaba por venir, que después de tanto sufrir el fruto germinaría, dando así lo mejor de lo mejor. Había acabado el tiempo de estar en el fuego, y el trabajo casi estaba terminado, entonces comprendí que como a joya valiosa la cuál es pulida para sacar de ella lo mejor, así también somos pulidos en manos de aquel cuyos pensamientos son más altos que los nuestros, en manos de aquel que como con hisopo nos limpia y purifica (Salmos 51:7) para que así el logre completar su obra en nuestras vidas. Comprendí que todo pasa con un propósito y si no pasáramos por estos procesos no lograríamos ser unos verdaderos seguidores de Jesucristo, ya que es allí donde encontramos la mejor enseñanza de parte nuestro Gran maestro.
Nancy Sanchez
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