Solamente esfuérzate y se valiente para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mando; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seáis prosperados en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartara de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditaras en el, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en el esta escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien. Josue 1:7-8
Acá hablo de verdadero éxito, no ese éxito que cree tener una persona que tiene mucho dinero pero talvez sin el amor de su familia o amigos, su corazón esta nublado, lleno de angustia (un corazón sin éxito, sin felicidad), no éxito que pueda tener una persona solo con tener un titulo si este aun no le a ayudado a tener éxito emocional, no ese éxito que tiene un(a) súper modelo o famoso de películas, si no ha logrado aun tener paz dentro de si mismos, y así muchos ejemplos podría dar del éxito que pretenden ponernos frente a nosotros. Éxito verdadero es, si ojala tener estas cosas pero disfrutándolas en paz, con gozo, en tranquilidad, con ese equilibrio interno, en nuestra mente, nuestras emociones, que en nuestro corazón no haya amarguras, envidias. Disfrutarlo con un niño interno sano, lleno de fuerza espiritual. Claro que este éxito solo viene si tenemos a Jesucristo en nuestros corazones, aquí es el inicio de un éxito verdadero, porque entenderás que lo principal es el temor a Dios (El principio de la sabiduría es el temor de Jehová, Proverbios 1:7). Pero cuantas veces hemos hecho las cosas al revés.
Lo importante es que este preciso momento es una oportunidad que tenemos para iniciar de nuevo, haciendo las cosas bien, buscando hacer la voluntad de Dios en primer lugar, aunque esta muchas veces cueste, pero les aseguro que no se arrepentirán de haberlo hecho, entonces así vendrá sobre sus vidas el verdadero éxito teniendo presente que no todo lo que le pidamos a Dios nos conviene, tendrás lo que es conveniente para tu vida, o para ese momento. El plan de Dios para nuestras vidas es que tengamos una vida en abundancia, espiritual, emocional, económica y físicamente.
“Yo soy la puerta; el que por mi entra, será salvo; y entrara, y saldrá, y hallara pastos. El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia”
San Juan 10:9-10